Todos los sindicatos de los centros de enseñanza de Iniciativa Social compartimos que la mesa de negociación del nuevo Convenio está bloqueada, porque las patronales han decidido de nuevo no poner encima de la mesa ninguna propuesta con contenidos. Ante el inmovilismo patronal, los sindicatos hemos tomado la decisión de iniciar movilizaciones, comenzando el 23 de marzo, a las 11.00 con una concentración frente al colegio Jesuitas de Bilbao. Y convocando una jornada de huelga el 25 de abril.
En el proceso de negociación del nuevo convenio, ya se han llevado a cabo 13 reuniones. En las negociaciones iniciadas en mayo de 2022, todos los sindicatos hemos coincidido en nuestras demandas. Sin embargo, las patronales no han mostrado ninguna voluntad de negociación. Es más, incluso han planteado retrocesos respecto a algunos de los contenidos obtenidos en el anterior Convenio.
La última mesa negociadora fue el 2 de febrero. La reunión concluyó sin fecha para una próxima reunión, ya que las patronales Kristau Eskola y AICE-IZEA dejaron muy claro que no iban a hacer ninguna propuesta seria en torno a los contenidos. En lugar
de ello, se limitaron a hacer un planteamiento a los sindicatos de ir de la mano ante el Gobierno Vasco, poniendo como excusa los mismos argumentos que en las negociaciones del anterior Convenio y que nos llevó a todos a un largo conflicto: un escenario de incertidumbre y la necesidad de garantizar la viabilidad de los centros.
Los sindicatos tenemos muy presente que el Gobierno Vasco tiene qué decir, pero también tenemos clarísimo que están recibiendo mayor financiación que nunca desde la firma del último convenio. Consideramos que el planteamiento realizado responde a una
estrategia de las patronales para evitar la movilización sin proponer contenidos. Las patronales han optado otra vez por deslegitimar la negociacion colectiva y volver a crear conflicto.
Los sindicatos, por tanto, llamamos a las movilizaciones. Nuestras principales reivindicaciones se centran en medidas para aliviar las cargas de trabajo, mejoras para los sectores más feminizados y precarizados, subidas salariales en función del IPC, medidas para mantener los puestos de trabajo y mejoras para la Formación Profesional. Los planes de euskera, los planes de igualdad y los planes de abordaje de la salud laboral y especialmente de los riesgos psicosociales también están en el punto de mira de los sindicatos.
En el proceso a favor del anterior convenio las trabajadoras y trabajadores de este sector ya mostraron su capacidad de movilización que las patronales parecen haber olvidado, obligando a los sindicatos a llamar a la movilización para luchar, de nuevo, por el convenio.